Las uvas son cosechadas y luego que se convierten en vino. Este proceso, que parece tan simple, tiene muchos condimentos y actores importantes en la cadena de producción.

El recipiente en el cual se va a depositar el vino durante el proceso de fermentación y guarda juega un rol fundamental para el producto final. El tipo de recipiente también incide en la industria como tal, ya que determina los costos logísticos, modos de vinificación y hasta el precio mismo de la botella.
Esta etapa, principalmente la crianza, fue históricamente asociada al uso de la madera. También se utilizaron y utilizan piletones de concreto, aunque cada vez menos. Y cada vez más se usan tanques de acero inoxidable.

Los tanques

La principal característica de estos recipientes es que son absolutamente herméticos e inertes. Permite que el vino dentro de estos tanques no pierda ninguna característica organoléptica endógena, es decir, propia de la fermentación de la uva, como los aromas, texturas y sabores.

Al ser inerte, tampoco brinda características exógenas, es decir, no le aporta nada al vino en cuanto a complejidad. Y aunque dicho así parezca un defecto, cada vez son más demandados los vinos jóvenes, de poca crianza, frescura y simpleza. Que sean fáciles de tomar y versátiles para distintas ocasiones. Es el recipiente perfecto para este tipo de vino.
Suele ser utilizado en aquellos varietales que no requieran pulir sus taninos. Algunos blancos frescos como el Sauvignon Blanc o tintos como el Cabernet Franc.

Otra característica positiva de estos recipientes es su facilidad para manipularlo. En la fermentación se pueden controlar las temperaturas, por ejemplo. En la crianza se puede controlar la microoxigenación, a través de válvulas de oxígeno. Aún así, justamente por su hermetismo, al vino le implica mucho más tiempo llegar a su madurez en este tipo de recipientes, de no ser por su flexibilidad.
Otros beneficios

Son extremadamente sencillos de limpiar, teniendo en cuenta que el proceso para volver a utilizar una barrica tiene un gasto mucho mayor.
Si bien tienen un costo mayor, son de una durabilidad prácticamente interminable, si se aplican los apenas costosos pero rigurosos procesos de mantenimiento.

Por todas estas características, este material es uno de los más utilizados por la industria argentina. Siguen estando en consideración a pesar del uso de otros métodos antiguos y el dominio de técnicas ancestrales que se reincorporan a la industria gracias a la nueva tecnología.